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El cementerio marino de Paul
Valéry (1871-1945)
Poesía –literatura francesa-
Fue uno de los poetas más
reconocidos del siglo XX, además de ensayista y filósofo. Su influencia no tuvo
límites, reflejándose en figuras como O. Paz, M. Heidegger, T. Adorno, J.
Derrida o W. Benjamin. Desde temprana edad quiso ser marino, pero sus sueños se
vieron frustrados y terminó por estudiar derecho. Sin embargo, sus lecturas de
autores como C. Baudelaire, P. Verlaine o A. Rimbaud, le llevaron a frecuentar
círculos de intelectuales en los que conocería a S. Mallarmé -presidiendo un
salón de literatura- y a sus amigos P. Louys y al Nobel de Literatura A. Gide.
Con el paso de los años, afrontó distintas crisis, creyendo que perdería la
cordura por sus vaivenes emocionales, los que luego le sirvieron de
inspiración. Es considerado el mayor representante de la Poesía Pura, cuya
estética abrió las puertas al decadentismo, valiéndose del simbolismo y las
vertientes herméticas. Se caracterizó por su expresión evocativa y la
esencialidad de la palabra para iluminar el lenguaje, haciendo alusión a un
misticismo existencial e introspectivo, centrándose en vislumbrar a veces la abrumadora
modernidad, otras la exasperante sensación de soledad que invade al individuo y
su Yo fragmentado. Estos aspectos se hicieron presentes en la obra de algunos como
J.R. Jiménez, J. Guillén, X. Villaurrutia y E. Carranza.
Este libro fue concebido
casi como un accidente, entre los deseos de Valéry por componer sus ideas con
una musicalidad con la que exponer el estado de su alma no fuera del todo vano,
obsesionado con las afectividades y un intelecto incapaz de saciarse a sí mismo.
Es la conciencia creadora sobre los recuerdos que se transfiguran y la
inconsciencia sobre un destino rodeado de tormentas que no le impiden
experimentar sus ideales, devorando la inocencia de los durmientes.
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